sábado, agosto 25, 2007

Valle de las Monjas

Ayer fuimos al Valle-De-Las-Monjas, no había monjas, pero habíá unas cabras, que no se comen.
Comimos quesadillas mejor, ricas, de esas de masa azul, en mesita de mantel vinílico y Art-Nouveau-Kitsch.
Fue muy extraño, era como estar en la Marquesa.
Solo que no estábamos en la Marquesa, estábamos como a... 7 minutos del Bilbao y 10 de la Ibero, bien cerca.
Y había un gatito.
Y luego otro.
Uno no quiso jugar.
Y al otro no me dejaron mimarlo.
Y gallos. A esos no quise mimarlos.
Y era pequeño y secreto y perdido de la mano de Dios.
Y el pulque sabía feo y llovió
Y tambien llovió adentro del coche.

2 comentarios:

José Flores dijo...

Hola, otra vez yo.

Sólo para decir que sí, seguro que el pulque sabía feo y no sólo en el Valle de las monjas, en cualquier lado es asqueroso, su consistencia espesa es lo peor y sabe como a vomitada de niño chiquito (me imagino).

En fin, ya me despido, que estés bien!

José Jaime Valencia dijo...

Hummm... a mi me gusta!

Creo que depende de la preparación y de si está curado y así... Lo que si es un hecho es lo traicionero que puede resultar si no se le bebe con respeto! ja!

Anyway no es raro que a mucha gente no le guste... como todo por lo general!

SALUDOS!!!